lunes, 28 de julio de 2008

Cervezas Hechas en Casa

Quienes alguna vez hayamos disfrutado de: cultivar la  huertita en el fondo, envasar los dulces y encurtido que hemos cocinado, o aguardado pacientemente que los chorizos caseros se conviertan en salamines; sabemos que la producción artesanal de estas y otras cosas conlleva una gratificación indescriptible. La ansiedad debe contenerse con la paciencia y dedicación, mientras que cada error o pequeño fracaso debe ser superado con tozudez y la información de alguien con más experiencia. Hacer cerveza en casa no escapa a lo descrito.
Hoy que soy un cervecero ya experimentado, pero que dista mucho de conocer todos los secretos, cada partida de cerveza constituye un desafió y una pasión irrefrenable que merece el máximo de los cuidados. Sin embargo como olvidar aquella primera vez en que con pocos elementos me anime a hacer mi primera cerveza. La cocina era un enchastre y daba cada paso lleno de dudas. Pero bueno... en la página web de los “Cerveceros Caseros” decía que era necesario una heladera de camping, una olla, una serpentina y otras cosas que según herméticas explicaciones no podían faltar. La cosa es así, el principiante debe seguir los consejos de los garúes aunque no entienda bien por qué. Generalmente en la primera cerveza que hacemos existe una cierta  protección de Ceres (diosa latina de la tierra y los cereales, de quien proviene la palabra cerveza). Luego de largos días de esperar el final de la fermentación obtenemos un liquido que huele y tiene gusto a cerveza. Sin embargo la citada divinidad cervecera no transfiere tantos poderes como para que nuestra primera birra sea una “Gran Cerveza”. Muy por el contrario suele ser un líquido turbio y lleno de sedimentos que sólo contenta al hacedor; y que deja mudos a todos los convidados, pues estos no quieren herir a alguien que tanto esfuerzo hizo. A lo sumo se escucha... Rara ¿No? ¿Que tal si traes la Quilmes que está en la heladera?  Es más, en la segunda y tercera experiencia productiva, Ceres suele retirar su protección totalmente, y al pobre novato le suceden algunas desgracias tales como:
*Se le rompe la damajuana de vidrio de 20 litros, que tanto le costó conseguir, cuando está repleta del liquido pegajoso que nunca llegara a ser cerveza porque se esparce por todo el piso de la cocina junto con miles de vidriecitos.
*Las levaduras jamás comienzas a realizar su trabajo y la cerveza se pudre irremediablemente. En algunos casos las levaduras trabajan pero la cerveza se pudre igual.
*Se olvida de echarle lúpulo al hirviente líquido y obtiene como resultado algo que sabe a jarabe para la tos, pero que no cura la tos.

*Le suceden otras desgracias que merecen una tesis extensísima pero que escapan a lo acotado de este artículo, así que las liberaremos a su propia imaginación.

¿Entonces cual es la gran gratificación de hacer cerveza? ¡Bueno muchachos no se pongan así! Cuando somos abandonados por la providencia, sabremos si hemos nacido para se un “guerrero cervecero”. Pues el pobre tipo, que sólo quiere tomar una buena cervecita hecha por él mismo; debe convertirse en una persona con voluntad de hierro y la dedicación de un monje, para que  su mente se abra y comience a comprender los papiros y sapiencias  de los “druidas cerveceros”. Si el aspirante empieza con que... es mucho lío, lleva mucho tiempo, estoy apurado, mi mamá no me deja, mi mujer se enoja, etc, etc... será mejor que se dedique a otra cosa. Pero si la persona en cuestión tiene alma de Kwai Chang Caine descubrirá que en la practica está el maestro. El arte de hacer cerveza es una actividad que requiere disciplina, como el Fung Fu o en cualquier otra ocupación en la que pretendamos tener buenos resultados.

Con lo que digo, muchos se habrán asustado, y pensaran que hacer cerveza es algo muy difícil. No obstante, es algo simple. O mejor dicho una larga cadena de detalles simples, que sólo la dedicación logra incorporar. Para quien no decae en el entusiasmo la etapa de aprendizaje se convierte en una aventura imborrable que, aunque cueste creerlo, luego se añora con un millón de anécdotas. Con la adquisición de experiencia, e inimaginables buenos resultados, uno se pregunta ¿Cómo es que era tan salame? Aunque, como dijo Tusan... ¡Algo puede fallar! Pues cuando creemos que la tenemos reclara, seguro que Ceres nos baja de la arrogancia y alguna que otra cerveza sale mal. Por eso es bueno ser siempre humilde y muy cuidadoso. 


Falta sólo una pregunta que responder ¿Dónde contactar a los Brew Master (maestros cerveceros) , y como conseguir los insumos y cosas para hacer cerveza? En Internet hay varios oráculos que responderán nuestras preguntas.   

Sobre métodos y técnicas de elaboración: 

http://www.laabadiadelomas.com.ar 

http://www.cerveceroscaseros.com.ar

http://www.revistamash.com/

En estos lugares podrán contactar gente, hacer amigos y recibir sabios consejos gratuitos.
 
Lugares para comprar insumos y equipos: 

http://www.hechasencasa.com.ar/

http://www.todocerveza.com.ar/

http://www.minicerveceria.com/

http://www.babrew.com.ar  

sábado, 26 de julio de 2008

Vacaciones de Invierno
y Fin de Semana del 17 de Agosto de 2008


2008 - XIII Fiesta Provincial del Chocolate Artesanal

En la Fiesta y Salón del Chocolate El Viejo Hobbit estará con su Stand ofreciendo su repostería, chocolate caliente, dulces y cerveza artesanal.

Los esperamos los días
8, 9, 10, 15, 16, 17 y 18
de Agosto de 2008
en "Pueblo Limite"
(camino de acceso a Villa Gesell)

Horarios de El Viejo Hobbit
Durante las Vacaciones de Invierno de 2008
y Fin de Semana de 17 de Agosto


permaneceremos abiertos todos los días a partir de las 17:00 hs.

Si usted desea venir por la noche, y sobre todo los fines de Semana,
es conveniente que realice su
reserva al
(02255)* 46-5851

* marque el prefijo sólo si
llama de larga distancia

La Cerveza, un recorrido interminable..



En la Argentina cuando pronunciamos la palabra cerveza la primera idea que nos viene a la mente es un líquido traslucido de color amarillo, con algo de espuma y portado por una botella color ámbar de un litro. Casi siempre imaginamos que esta bebida está helada y va acompañada de vituallas tales como palitos salados, maníes o papas fritas de copetín, cuando no de una pizza desbordante de muzzarella derretida. Esta visión, y mucho más su realización, constituye un placer inefable que desde hace más de un siglo se disfruta en América desde el Ártico hasta la Antártida. Por supuesto que no refutaremos el sabor del encuentro que produce una botella de cerveza “lager del tipo pilsener” alrededor de la que se desarrolla la conversación y la amistad. Sin embargo el placer de la cerveza no termina en las suculentas viandas citadas y bebida descripta. Basta decir que solamente en un país tan pequeño como Bélgica existen 400 tipos diferentes de cerveza, a las cuales debemos sumar las variedades alemanas, inglesas, bálticas, etc. Este abanico de posibilidad tiene múltiples características. Por ejemplo podemos mencionar algunos colores sin aproximarnos ni remotamente a todas las gamas, como el amarillo tenue, el dorado contundente, el trigo blanquecino, el ámbar profundo, el naranja traslucido, el rubí intenso, marrón chocolate o el negro absoluto. Sin embargo el color no lo es todo en la cerveza, esta la graduación alcohólica, que puede ir de los débiles 2º hasta los temibles 25º; el amargor, que se manifiesta de lo imperceptible hasta niveles francamente rudos en cuanto a cantidad de lúpulo por litro de cerveza; el método de elaboración que conjuga millones de secretos que cada maestro cervecero utiliza de acuerdo a su receta y objetivos; el tipo de levadura, compuesto por una cantidad indeterminable de las frutadas y templadas “Ales” y otro tanto de las límpidas y gélidas “lagers”; los ingredientes utilizados que van de la malta de cebada a la de trigo pasando por las de sorgo, centeno y maíz, además otros adjuntos como el arroz , el mijo, las frutas, el chocolate o el ají; y otros factores inabarcables. La cerveza, para aquellos que nos perdemos en la inmensidad de sus múltiples variedades y nos atrevemos a elaborarla artesanalmente en casa, constituye una pasión y un tema de conversación interminable que difícilmente podamos agotar en este artículo. Sin embargo si debiéramos buscar un factor común a todas cervezas, es el que describo al principio del artículo; la posibilidad de compartir el elixir de la Diosa Ceres entre amigos o en la intimidad con la persona amada. Y es en estas circunstancias en la que encontraremos una cerveza para cada ocasión, cada propuesta gastronómica y social. Las ostras, los mariscos, la pizza, las hamburguesas, los quesos suaves y maduros, los encurtidos, las carnes asadas y de caza, el pescado, el pollo, otros manjares y miles de recetas que ahora no llegan a mi mente, e incluso el chocolate y los postres tienen una buena cerveza con la que vale la pena acompañarlos. También podemos decir que hay cervezas aptas para tomar descalzos en la playa, las de elegante sport o las que son recomendables para beber con ropa de noche en la cubierta de un crucero sustituyendo airosamente a una copa del mejor champagne. Las hay económicas como las que se compran en el almacén de la esquina, y también las de precios exorbitantes como la “Chimay Gran Crú” que a madurado 10 años en la oscuridad de una abadía. Está en nosotros adentrarnos en este placer y descubrir las sutilezas. En El Viejo Hobbit le ofrecemos humildemente las variedades de “Cerveza Artesanal” que bien acompañan nuestra Fondues, Tablas de Quesos y Fiambres, y tortas ; pero los incitamos a que las prueben todas las cervezas, si es recorriendo los caminos que los llevaran a los países y rincones del mundo que las producen, mejor aún.

Olo Brandebur

Chocolate con Canela y Pimienta


Ingredientes:

1 tableta de chocolate semi-amargo de excelente calidad de 250 gr, 1 Litro de leche, 1 rama de canela, Pimienta en grano recien molida con el molinillo a gusto y sin temor a que sea demasiado, 2 cucharadas bien colmadas de crema de leche, Azúcar a gusto y piacere.
Preparación:

Hervir en una ollita la leche junto con la canela, con el fuego en mínimo agregar el chocolate que previamente rompimos en trozos, y también la crema. Revolver para que no se pegue ni que se queme el chocolate, hasta que éste se disuelva totalmente. Apagar el fuego y condimentar con la pimienta. Colocar en una chocolatera bonita si posee alguna, sino a falta de chocolatera buenas son las teteras y en último los casos llenemos las tazas con un cucharón. Una vez servido dejar que cada uno disponga la cantidad de azúcar que desea agregar. De más esta decir que podemos acompañar el suculento y humeante elixir con tortas, churros u otras dulzuras necesarias para que nos sintamos humanos. Si usted no desea andar hirviendo la leche para mezclarla con los otros ingredientes le recomendamos que disfrute de su taza de Chocolate en el Stand de “El Viejo Hobbit” en la Chocogesell o en el propio establecimiento.

Chocolate y Salud






En muchas oportunidades la medicina se torna represiva, y parece abusar de la paciencia de los pacientes. La mala prensa que sufrió el cacao desde que Hernán Cortés, lo descubriera en 1519 cuando conquistó el imperio Azteca, ha sido refutada por los últimos descubrimientos de la ciencia. Las primeras contraindicaciones del chocolate fueron morales. Pero afortunadamente quedaron atrás las prohibiciones del “Santo Oficio”, quien consideraba al cacao, y sus derivados, como una sustancia demoníaca provocadora de “ardores concuspiscentes desinhibidores de los frenos sexuales ”. La prohibición se fundamentaba en una moral estricta, motivo por el cual tales efectos eran considerados como algo impío y dañino. Sin embargo en nuestra sociedad actual, las referidas consecuencias colaterales del chocolate, pueden ser considerados sin lugar a dudas como una bendición del cielo. Pues la sexualidad hoy es juzgada como un elemento fundamental de la salud psíquica y física del ser humano.
La explicación de la sensación sensual y de bienestar que produce el chocolate, que tanto preocupaba a la siniestra inquisición, es que al consumir cacao nuestro cerebro libera sustancias químicas llamadas endorfinas. Las endorfinas actúan como inhibidoras del dolor y sobre las emociones fuertes, produciendo sensaciones placenteras. Estas sustancias producidas por el cerebro también son liberadas cuando nos enamoramos, tenemos sexo, o en el caso de las mujeres, inmediatamente después del parto. Según diversos estudios, se ha podido determinar que el cacao no es adictivo a pesar de que estimula las “hormonas de la felicidad” a las que hacemos referencia. Según las investigaciones de la Universidad de Bradford, comer chocolate durante la época de exámenes ayuda a combatir el stress que produce el inminente enfrentamiento con profesores desalmados que siempre desean desaprobarnos. Consecuentemente al disminuir el stress, y aumentar la confianza, mejora el rendimiento para estudiar; y los docentes van perdiendo su alo maligno.
El chocolate negro aumenta los niveles de antioxidantes de la sangre lo que puede prevenir enfermedades cardiovasculares. El chocolate con leche, y con mayor cantidad de azúcar, produce el mismo efecto pero en menor medida. Dentro de los parámetros de la moderación, si existe alguna contraindicación debemos buscarla en las otras sustancias que acompañan al cacao, pero no en este mismo. La investigación científica a determinado que los flavonoides (antioxidantes) del cacao son los responsables de prevenir las enfermedades cardiovasculares y la formación de las “placas ateroma” causantes de la arteriosclerosis. El chocolate tiene efectos similares a una baja dosis de aspirina: reduce los coágulos sanguíneos causantes de ataques al corazón. Los flavonoides también se encuentran en las manzanas, el té y el buen vino tinto. Así que, en la misma, o diferentes ocasiones... muerda la manzana, disfrute de un excelente Ceylan Tea o English Brekfast , brinde con cabernet o malbec y sienta derretir en su boca la sensualidad del chocolate.
Estudios realizados en Panamá entre los indios Kuna, habitantes del archipiélago de San Blas, han podido determinar que dicha tribu no sufre de hipertensión arterial a pesar de que tienen una dieta rica en sal. El doctor Hollenber, descubrió que el cacao estimula el óxido nítrico, que dilata los vasos sanguíneos y evita la hipertensión. Sin embargo, allí no terminan sus beneficios, el cacao también combatiría la diabetes, el colesterol, algunos tipos de cáncer y... nada menos que la disfunción eréctil. Y otra vez los pacatos se ponen nerviosos.
El chocolate es acusado injustamente de varios problemas de la salud humana. No obstante debemos decir que: Si bien tiene un alto contenido en grasas y aporta a la dieta una pequeña cantidad de proteínas y carbohidratos, también es una excelente fuente de potasio, hierro y magnesio. Según la Asociación Americana para el Desarrollo de la Ciencia, el chocolate consumido con moderación en su estado puro no engorda. No favorece el exceso de peso si se toma de forma moderada, dentro de una dieta que equilibre la energía ingerida y el gasto energético del organismo. De esto último podemos deducir que el gran culpable de los kilitos sobrantes es el control remoto. Así que en lugar de quedarnos mirando televisión, aprovechemos la energía extra que nos brinda el chocolate y salgamos a realizar una actividad física que despegue nuestras asentaderas del sillón.
El chocolate no provoca acné ni caries dental. Los problemas dentales surgen no por acción del cacao, sino por diferentes causas, como puede ser la mala limpieza, dejando actuar sobre nuestra dentadura el azúcar agregada al chocolate. De todos modos esto no debe preocuparnos si nos cepillamos bien los dientes. Por último refutemos la creencia popular más arraigada, pues se ha podido determinar que el acné vulgar no guarda relación con la ingesta de chocolate.
Por lo tanto de acuerdo con lo expuesto, y haciendo uso de la moderación y el sentido común, debemos decirle que no se prive del chocolate, ni de otros tantos placeres, no vaya a ser cosa que la muerte lo sorprenda si haber vivido....

Dr. Gandalf